Tanto si has venido por primera vez a Barcelona con tu pareja como si vives en la ciudad y tienes pensado en hacerle una sorpresa de lo más romántica, aquí te damos algunas ideas para que tu plan sea infalible.
Paseos por rincones ocultos de la ciudad, las floristerías y las pastelerías más emblemáticas para hacer el regalo adecuado y restaurantes donde pasar un rato agradable disfrutando de la mejor gastronomía son algunos de los planes que proponemos.
Si te despiertas muy temprano…
Y sales a pasear, desde cualquier punto de la playa, del paseo Marítimo y del Puerto podrás contemplar como el sol va saliendo desde el horizonte. Después de captar este espectacular instante, tienes 4,5 kilómetros de playas por recorrer y abrir el apetito para desayunar.
Espacios escondidos que os sorprenderán
Después de recargar fuerzas con un buen desayuno, seguro que caminarás por los puntos más famosos de la ciudad como el paseo de Gràcia, la Rambla y la Sagrada Familia. Pero te recomendamos que planees una ruta especial por los siguientes rincones casi desconocidos que seguro que te cautivarán.
En el barrio de Sarrià hay una plaza diminuta con muchísimo atractivo. Parece que sea un espacio privado, pero no. Rodeada por diez casitas bajas, la plaza de Sant Gaietà os enamorará por su encanto. Está llena de plantas y flores y, entre ellas, llama la atención una buganvilia.
Escondida por las calles de Ciutat Vella, cerca de la Catedral y del Palacio de la Generalitat, se encuentra la plaza de Sant Feli Neri. Una fuente en el centro es uno de los elementos icónicos de esta plaza marcada por los bombardeos de 1938, que mataron a más de cuarenta personas. En la fachada de la iglesia, que es lo único que se mantuvo en pie, todavía se pueden ver los restos de metralla.
La calle de Aiguafreda, en Horta, conserva todavía los lavaderos que durante el inicio del siglo XVIII se utilizaron para lavar la ropa de las familias acomodadas. Un espacio acogedor para viajar en el tiempo durante unos instantes.
Caminando por Collserola encontrarás la fuente de la Budellera, una de las más conocidas del Parque Natural, hecha de piedra y rodeada de un paisaje lleno de vegetación.
A todos estos sitios tan especiales llegas con el transporte público. Puedes ir de un barrio a otro de una forma ágil y rápida con el abono Hola Barcelona Travel Card, que te permite hacer viajes ilimitados durante 48 h, 72 h, 96 h o 120 h consecutivas desde la primera validación.
Detalles clásicos llenos de olores, colores y dulzura
Sea para celebrar alguna fecha especial o porque te apetece hacer un regalo, las flores son un obsequio que nunca pasa de moda y seguro que le encanta a la otra persona. En Barcelona hay muchas floristerías donde poder comprarlas.
Flors Navarro, Flowers by Bornay, Maria Ponsà Flors y la centenaria Flors Maria de la Rambla son algunas de las más emblemáticas. Si las visitas, seguro que encontrarás lo que buscas o te aconsejarán para que sea el regalo perfecto.
Como detalle clásico no podemos dejar de nombrar los bombones. Chocolate negro, con leche, rellenos de licor o con frutos secos… Una gran variedad de combinaciones que pondrán el punto dulce a tu día de visita a la ciudad condal.
Grandes maestros pasteleros los elaboran en sus obradores, algunos de ellos inaugurados el siglo XIX, principios del siglo XX. En Ciutat Vella encontrarás la pastelería La Colmena, que data de 1849, y la pastelería Escribà, de 1906. Si estás más cerca de Sarrià, tienes que visitar la pastelería Foix, que abrió en 1886. Otra pastelería que abrió las puertas a finales del siglo XIX, en 1895, es la Casa Vives, en Sants. Y por último, vuelve a coger tu Hola Barcelona Travel Card y desplázate hasta el Eixample para visitar un establecimiento casi centenario, de 1929, la pastelería Mauri.
Una velada esplendorosa con un plato en la mesa
Comer en uno de los magníficos restaurantes de la ciudad es una idea difícil de rechazar. Barcelona tiene la suerte de acoger a los chefs más reconocidos a nivel internacional. Martín Berasategui, Jordi Cruz, Carme Ruscalleda y Raül Balam te abren las puertas de su casa para que disfrutes de una experiencia extraordinaria.
Más allá de los restaurantes más modernos podrás comer en el más antiguo de Barcelona y el segundo de España: la Fonda Can Culleretes, inaugurada en 1796. No muy lejos se encuentra el mítico Els 4 gats, del 1897, que frecuentaron personalidades como Salvador Dalí y Picasso. Y el tercer clásico de la ciudad es el 7 portes, de 1836, punto de encuentro de intelectuales de la época. Consulta las restricciones en el sector de la restauración por la Covid-19 antes de ir.