Los 8 parques más desconocidos de Barcelona para desconectar

Si en Barcelona te apetece relajarte y aislarte del ruido urbano, una elección perfecta es visitar los parques y jardines de la ciudad. Hay un montón para escoger, pero te proponemos ocho que a lo mejor no conoces y que vale la pena no perderse.

10/05/2021
Fuentes de los Jardines de la Tamarita / Foto: Pere López, CC BY-SA 3.0 via la Wikimedia Commons

Antes, este espacio situado en la parte alta de la ciudad, pertenecía a la familia Craywinckel. A finales del siglo XX, el industrial del algodón Alfredo Mata lo adquirió para construir la mansión.

Podrás encontrar fuentes, estanques y elementos de mármol y piedra. Ahora bien, estos jardines se distinguen del resto por un árbol que es poco frecuente en Barcelona: un roble común centenario, de 23 metros de altura.

Jardines de la Tamarita / Foto: TMB

Este parque se construyó con el objetivo de crear espacios verdes para un nuevo barrio que estaba naciendo en la década de los años 50. Comunica los barrios de Verdum y la Guineueta y el nombre le viene del torrente de la Guineu (zorro, en castellano), que cruzaba los terrenos. En homenaje, el parque acoge una figura de este animal.

El parque está muy vinculado a la sardana, el baile tradicional de Catalunya, gracias a los encuentros y bailes de la Agrupación Sardanista l’Ideal d’en Clavé del barrio de las Roquetes. También con Andalucía, ya que entidades andaluzas de Nou Barris organizan las celebraciones de Las Cruces de Mayo y el Día de Andalucía.

Figura del parque de la Guineueta / Foto: Canaan - CC

Una vista panorámica espectacular de la ciudad te espera en este espacio que había acogido un pinar, de donde se cogía la madera para hacer combustible durante la Guerra Civil. También albergó una cantera las paredes de la cual ahora quedan camufladas por coníferas.

Este es un parque con vegetación abundante y con especies poco frecuentes en Barcelona, como el salado, la lobelia y el senecio.

Vista panorámica desde el Turó del Putxet / Foto: Taavi Randmaa - CC

El prestigioso arquitecto francés Jean Nouvel se encargó de la construcción de este pulmón verde del barrio del Poblenou.

Cuando lo visites, lo primero que encontrarás es la valla de buganvilias que rodea su perímetro. En el interior, te esperan más de 1.000 árboles y 5.000 arbustos, además de 48 especias aromáticas, que llenan el parque de un olor especial. Uno de los espacios singulares es el ‘cráter-pozo del mundo’, un camino en forma de espiral rodeado de flores.

Parque del Centre de Poblenou / Foto: Canaan - CC

Parque del Poblenou (avenida del Litoral, 59-71)

Se encuentra al final de la Vila Olímpica y se construyó en 1990 en unos terrenos industriales durante la renovación del litoral por los Juegos Olímpicos de 1992.

Está rodeado de vallas de bambú y dentro encontrarás una explanada ideal para practicar deporte y con especies aromáticas, como tomillo y romero. Un elemento original de este espacio son los restos de un barco, el Ashraf II, que los arquitectos encontraron abandonados en la playa y que aprovecharon para integrarlos en el parque.

Si después de caminar quieres ir a la playa, ningún problema. Las dunas del parque conectan con la arena de la playa de la Mar Bella.

Parque del Poblenou en la Vila Olímpica / Foto: Foto: Canaan - CC

Parque de Cervantes (avenida Diagonal, 706)

En el extremo de la Diagonal, no muy lejos del Palacio Real de Pedralbes, encontrarás uno de los grandes parques de Barcelona. Además de ser un espacio para corredores y ciclistas y con grandes zonas de césped, el parque es conocido por su rosaleda. Consta, ni más ni menos, de 10.000 rosales, de 2.000 especies y variedades y, durante la floración, verás unas 150.000 rosas abiertas a la vez.

Por eso, no es de extrañar que, a lo largo de la historia, se hayan organizado diferentes concursos de rosas. El primero fue de 1929 a 1936. Hacia finales de los años 80 se volvió a organizar uno y ahora, desde 2001, se celebra el Concurso Internacional de Rosas Nuevas. Si quieres disfrutar de este espectáculo, consulta en la web las fechas del concurso y las posibles restricciones.

Rosales florecidos en el Parque de Cervantes / Foto: Canaan, CC BY-SA 3.0 via la Wikimedia Commons

Está situado en el Parque de Montjuïc, se inauguró en 1922 y está muy vinculado a la Exposición Internacional de Barcelona de 1929. Francesc Cambó, comisario de la Exposición, le encargó la construcción al francés Jean-Claude Nicolas Forestier.

Es la primera rosaleda pública de la ciudad, que se conoce como la rosaleda de la ‘Colla de l’Arròs’. Está inspirado en antiguos jardines árabes y el agua tiene un gran protagonismo, como las cascadas del Generalife, que conectan con el Teatre Grec.

Los jardines de Laribal acogen la Font del Gat, célebre por una canción popular, en la cual el agua mana desde la cabeza de un gato, creado en 1918.

Panorámica de los Jardines de Laribal / Foto: TMB

El nombre de estos jardines hace referencia a Amèlia de Vilanova, la mujer del propietario de los terrenos, Ignasi Girona. En 1930 pasaron a ser públicos y en 1969 se derrocó la antigua casa de la familia.

En su interior encontrarás un estanque y el cerro de los pinos. Además de estos, los jardines alojan diferentes árboles incluidos en el Catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona, como un falso pimentero de casi 90 años y un eucalipto plantado a finales del siglo XIX.

Jardines de la Vil·la Amèlia / Foto: Pere López - CC

Si visitas alguno de estos parques, ¡no olvides compartir tus fotografías a las redes sociales con el hashtag #SayHolaBarcelona!