Barcelona cuenta con zonas verdes, como parques y jardines, para disfrutar de la naturaleza en plena ciudad y grandes espacios naturales para pasear y respirar. En el término municipal de Barcelona, que incluye la sierra de Collserola, hay más de 1,4 millones de árboles. Los más comunes son la encina, el pino carrasco, el plátano de sombra y el pino piñonero. Esta información la recoge el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales y el Urban Forest Effects Model.
Ruta para descubrir los árboles más especiales de Barcelona
Entre todas las especies que verás en la ciudad, tienes que prestar especial atención a algunas de ellas, que están incluidas en el Catálogo de árboles de interés local. Esto quiere decir que tienen una protección especial y que está prohibido eliminarlas. Para reconocerlas, al lado de cada una de ellas hay una placa que las identifica.
La ruta que te proponemos para visitarlas la podrás realizar fácilmente en transporte público gracias al abono Hola Barcelona Travel Card.
Comenzamos saliendo de la plaza de Catalunya. Subiendo por el paseo de Gràcia podrás ver unas hileras de plátanos de sombra, el árbol característico del distrito del Eixample (esta especie representa el 8,8% de la población de verde urbano, según el Ayuntamiento). Entre todos ellos, justo delante del Palau Robert, destaca un árbol especial: una encina que, a la vez, es un homenaje a Jacint Verdaguer. A los pies del árbol podrás leer el fragmento de un texto que este poeta catalán dedicó a la encina:
"Almogàver indòmit, ja sabràs posar-te de filera
amb aqueixa tropa de plàtanos, novella, polida,
endiumenjada i fatxendera?"A l´alzina del passeig de Gràcia.
Jacint Verdaguer, 1903.
No muy lejos, en la rambla de Catalunya, podrás contemplar un conjunto de tilos que recorren toda la vía de punta a punta. Hay 322 de dos especies y te recomendamos que no te los pierdas si estás en Barcelona en primavera, durante el período de floración.
En pleno barrio de la Vila de Gràcia se encuentra una de las últimas especies que ha entrado al catálogo. Se trata de la encina de la calle de la Encarnació, 13. Estaba en peligro de desaparecer, ya que estaba afectada por la construcción de una promoción de viviendas. Este ejemplar singular está documentado desde hace unos 200 años y podría ser la encina más grande de la ciudad.
Ahora es el momento de desplazarte de Gràcia hacía Ciutat Vella. La primera parada es en la Casa de l’Ardiaca, donde está plantado uno de los ejemplares de palmera datilera más antiguos de Barcelona. Hace 27 metros de altura y su nacimiento data, aproximadamente, de 1873.
En la Rambla, uno de los paseos más míticos de la ciudad, verás toda una hilera de plátanos, uno de los conjuntos más importantes de esta especie. Algunos de estos árboles se plantaron entre 1870 y 1879.
La última parada en el distrito de Ciutat Vella es el parque de la Ciutadella. En el estanque encontrarás un conjunto de siete cipreses que se plantaron en el primer tercio del siglo XX. Son originarios del sudeste de Estados Unidos y son caducifolios, un aspecto poco común en esta especie. Si te fijas, verás como las raíces sobresalen del agua para buscar oxígeno.
El Hola Barcelona Travel Card, el metro y el bus te llevan en un momento hasta la plaza de Francesc Macià para que contemples el ombú que se alza en el medio de la rotonda. Es una especie originaria de Suramérica y esta destaca por su grande tamaño.
Las flores que dan color a Barcelona
En la ciudad hay casi 1.200 especies de plantas ornamentales en los parques y jardines. Visitarlos durante la época de floración es un espectáculo de color y olor.
Si llegas a Barcelona durante los meses de abril y mayo, no te puedes perder la visita al Parque de Cervantes, en la avenida Diagonal. Este es el período en el que florecen los 10.000 rosales de 2.000 especies que hay en el parque. Una vez florecidos podrás admirar hasta 150.000 rosas abiertas a la vez.
Para disfrutar de diferentes especies en un mismo espacio, lo ideal es que visites el Jardín Botánico. Allí verás árboles y plantas que se encuentran en otras zonas verdes de la ciudad, pero también ejemplares propios de Australia, los Estados Unidos, América del Sur, África y el Mediterráneo Oriental, así como de la Península y las islas Baleares y Canarias.
También en Montjuïc, justo detrás del Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC) se encuentra el Jardín Botánico Histórico, que data de 1930. Acoge algunos de los árboles más altos de la ciudad, plantas primitivas y especies propias de climas fríos.
¡Sobrevuela este pulmón verde de la ciudad con el Teleférico de Montjuïc! En el trayecto de vuelta, incluye una parada en el Mirador del Alcalde, muy recomendada para poder relajarse en los jardines de Miramar, Costa i Llobera, Cinto Verdaguer y Joan Brossa.
Si publicas tus fotografías de estos árboles, flores y espacios tan especiales de Barcelona en las redes sociales, no olvides incluir el hashtag #SayHolaBarcelona.