Visita Barcelona en transporte público en 5 días

Has planificado un viaje de 5 días a Barcelona. Es tiempo suficiente para recorrer la ciudad y descubrir sus atractivos. Planifica bien tu visita para no dejarte nada de tu interés. Te ayudamos a decidir qué ver. 

16/05/2022
Vista de la Casa Batlló desde la avda. Diagonal

Para moverte por la ciudad, te recomendamos adquirir con antelación la tarjeta Hola Barcelona Travel Card, puedes hacerlo online. Este abono te ofrece viajes ilimitados en el transporte público durante 5 días (120 horas) consecutivos desde la primera validación. Incluye el desplazamiento de ida y vuelta en metro (TMB) desde el aeropuerto al centro de Barcelona. No pagues suplementos por el traslado y vive al máximo la ciudad desde el primer minuto.

Grandes y pequeñas joyas del modernismo

Los tres monumentos de la Barcelona modernista que todo viajero debe conocer son el Park Güell, el Recinto Modernista de Sant Pau y la Sagrada Familia. Su visita requiere tiempo para contemplar y comprender bien este movimiento cultural y artístico que revolucionó la Europa de principios de siglo. Puedes dejarte encandilar por la belleza de pequeñas joyas modernistas que bien van a suponer una experiencia para recordar. Muy recomendable es asistir a un concierto en el Palau de la Música o programar una visita nocturna a la  Casa Batlló. El diseño del genial arquitecto Antonio Gaudí, la oscuridad de la noche y un juego de luces fantástico supone una experiencia mágica e inolvidable.

El Paseo de Gracia conecta la Plaza Catalunya con el Barrio de Gracia. El Eixample está muy bien comunicado con la red de metro y bus de la ciudad. Descárgate la aplicación gratuita de TMB para consultar la mejor ruta para llegar al barrio de Sarrià, más alejado del centro pero donde puedes contemplar pequeñas joyas modernistas como La Casa Sant Felip Neri o la Casa Muley Afid, en la actualidad es la sede del consulado de Mèxico. Pasea y disfruta por un barrio donde todavía se respira el ambiente del pueblo que fue hasta 1920, cuando se anexionó a Barcelona.

Detalle de la cubierta de uno de los pabellones de acceso al Park Gúell
Interior del Palau de la Música

De la ciudad vieja a un nuevo Eixample

Muchos viajeros escogen viajar en transporte público para captar mejor la vida urbana, lee estos consejos para viajar en metro y en bus. Para conocer el casco antiguo, el barrio del Raval, la Rambla, el Born o el Barrio Gótico  lo mejor es dejarse llevar por las estrechas calles, pasear y curiosear las pequeñas tiendas de artesanos, adentrarse en los mercados municipales como el de la Boquería o el de Santa Caterina o tomarse un momento de relax en el Parque de la Ciutadella. Haz un alto en el camino en la calle Hospital. Aquí se levanta uno de los conjuntos del gótico civil catalán más importantes: el Hospital de la Santa Cruz de Barcelona, datado en el siglo XV. En la actualidad, el edificio lo ocupa la Biblioteca Nacional de Catalunya. Esta es la Barcelona de entre murallas. Por eso, en su nomenclátor de calles todavía persisten nombres como Portal Nou, Portal de la Pau, Portal de l’Àngel,  Portal de Mar o Portal de Santa Madrona, eran los antiguos portalones que permitían el acceso a ciudadanos y mercaderes.

A la ciudad le costó mucho liberarse de un corsé que no le permitía crecer ni expandirse. Fue en 1850, cuando una orden del gobierno autorizó derribar los muros y dar paso a un nuevo barrió: el Eixample. Este barrio, diseñado por el ingeniero y urbanista Ildefons Cerdà, es 20 veces más grande que la antigua ciudad amurallada, tiene anchos y señoriales paseos como el Paseo de Gracia, la Rambla de Catalunya o el Paseo Sant Joan. Fueron las familias más acomodadas sus primeros habitantes. Indianos que volvían de hacer fortuna en las Américas y la burguesía catalana enriquecida con las fábricas textiles. Eligieron vivir en esta zona de pisos grandes, anchas calles y paseos magníficos de aire más saludable y por donde se lucían mejor los carros de caballos que en las estrechas y oscuras callejuelas de la vieja ciudad.

Interior de la Biblioteca Nacional de Catalunya
Vista aérea del Portal de la Pau
El Eixample desde el aire, con la Sagrada Familia en el centro de la imagen

Deportes y jardines

El Barcelona Bus Turístic es una muy buena opción para recorrer de punta a punta la ciudad de una forma cómoda. Ofrece rutas con paradas en los principales puntos de interés. Puedes adquirir el billete online con un 10% de descuento. Podrás subir y volver a bajar del autobús cuantas veces como quieras y a bordo disfrutarás del servicio de audioguía, wifi e información turística.

Con la ruta azul del Bus Turístic puedes visitar la parte alta de la ciudad. Tiene parada en el Monasterio y los Jardines de Pedralbes, lugares que dan cuenta de la de vida real y monacal. Esta misma ruta te acerca también al Camp Nou, el estadio del Fútbol Club Barcelona, una visita imprescindible para los amantes del fútbol y que emociona a sus seguidores.

La plaza Espanya, la puerta a la montaña de Montjuïc

La plaza Espanya es otro de los puntos neurálgicos de la ciudad. Aquí tienes muchas opciones de transporte público, incluso trenes de cercanías. Consulta cómo moverte en transporte público. Fue proyectada por Cerdà, alrededor de ella bulle el tráfico y colinda con la antigua plaza de toros de las Arenas, hoy reconvertida para uso comercial. Dos torres venecianas construidas con motivo de la exposición de 1929 encaminan al visitante hacia la montaña de Montjuïc por la avenida de Maria Cristina. Justo al final de la avenida están las fuentes mágicas de Montjuïc que, algunas noches, bailan al ritmo de la luz y la música. Si te animas a subir a la montaña, te sorprenderán a medio camino las torres de Ávila. Es el acceso al Pueblo Español. Un recinto que reproduce los rincones más característicos de la geografía española. 

Aficionado disfrutando de un partido de fútbol en el Camp Nou
Vista de plaza Espanya con Montjuïc al fondo de la imagen

Las mejores vistas por tierra, mar y aire

Si buscas los mejores miradores, tienes varias opciones por tierra, mar y aire. La montaña del Tibidabo y la de Montjuic te ofrecen unas vistas panorámicas únicas. Si las condiciones meteorológicas lo permiten,  en días alta visibilidad se llega a ver la isla de Mallorca. Interesante y divertido también es subir a la Torre de Collserola para contemplar las vistas a 560 metros de altura.

El Teleférico de Montjuïc ofrece un viaje muy especial y desde sus cabinas disfrutarás de unas vistas aéreas más increíbles. Aunque hay otros puntos de vista: a pocos minutos del Castillo de Montjuïc, tienes un horizonte urbano, portuario y el ir y venir de aviones al aeropuerto. Puedes verlo desde el jardín botánico o incluso en la zona de la Anilla Olímpica de Montjuïc, donde se celebraron los Juegos Olímpicos de 1992.

Si lo que te gusta es el mar, descubre las playas y el skyline de Barcelona con un paseo marítimo en las Golondrinas. Zarpan del portal de la Pau y ofrecen un paseo único por el litoral, la Barceloneta, el Port Vell e incluso tienen parada en el Aquarium.

Excursiones fuera de Barcelona

Reserva un día para conocer los alrededores de Barcelona. Con el Catalunya Bus Turístic puedes escoger entre varias rutas y descubrir otros aspectos de la cultura, gastronomía o entornos naturales.

Skyline de Barcelona desde la playa de la Barceloneta
Vista aérea del Monasterio de Montserrat

Recomendaciones de residentes:

Piérdete por las estrechas calles del barrio gótico y por el Call, el barrio judío de Barcelona, sólo así captar la verdadera esencia de la Barcelona medieval. Si no tienes tiempo de adentrarte en el Museo de Historia de la Ciudad bajo tierra, justo en el lugar que ocupa la plaza del Rey, acércate a la puerta del centro excursionista de Catalunya, podrás contemplar los restos de las columnas del templo de Augusto, del siglo I a.C. engullidas por un palacio medieval construido a posteriori. Luego tómate uno de los famosos bocadillos de “Conesa entrepans”, en la emblemática plaza de Sant Jaume, no te asustes con la cola, va muy rápida y te aseguro que están riquísimos (María de Niubó)

Pocos barceloneses conocen las huellas de la Barcelona más canalla. La parte baja de las Ramblas siempre ha sido lugar de alterne, divertimento y trasiego gentes y mercancías por su proximidad al puerto. En los números 22 y 24 de las Ramblas, donde ahora se erige un hotel, antaño hubo un mueblé “habitaciones Maria” que dejó un recuerdo para la historia del barrio. Si entras al establecimiento pide ver los mármoles del antiguo umbral del portal con los huecos provocados por el desgaste de los tacones femeninos. Los dueños del hotel lo conservan a modo de homenaje a todas aquellas mujeres que durante años esperaron horas a sus clientes en los portales” (Tere López)